PG homme es una vivienda unifamiliar resuelta en un programa estratificado en tres niveles, que une habitabilidad y trabajo.

 

Erigida sobre una pendiente con vistas espectaculares, esta obra vanguardista se rodea de espacios intersticiales laterales, donde diez liquidámbares crean una gratificante porción del mundo natural con cuerpos de agua para sus habitantes.

 

Esta casa-estudio se concibió como refugio flotante entre el agua, elemento natural significante de la omnipresencia divina en el centro de la existencia.

 

La vivienda se edificó en 2 etapas, la envolvente externa continente y la interna contenida. En la primera, una configuración sólida garantiza la privacidad  del interior habitable del exterior y sus condiciones disruptivas.

 

En la segunda, un espacio de condición prístina conjuga delicadamente, naturaleza, tecnología avant-garde y diseño interior.

 

Como Matruska rusa, la caja tectónica envolvente incuna en su interior, un receptáculo que unifica arte, naturaleza y contemplación.  

 

La geometría  fundamental de la vivienda es el cuadrado, presente en su modulación, en la forma concreta del plafón de la estancia, la pureza del mobiliario y los objetos de arte contenidos.

 

El tema arquitectural es el volado, valor de eficiencia tecnológica y levedad significante que lo ancla prodigiosamente al vacío como contenedor infinito.

 

Le Corbusier definía la ventana como cuadro natural, oeuvre d’art paisajística inserta en el muro.

 

Enmarcar la belleza ilimitadamente es recurso potencial de esta arquitectura al apropiarse de la visión panóptica de la ciudad y el valle.

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La ventana, microcosmos de alteridad que contempla el devenir temporal y la dinámica de los elementos.